domingo, 24 de marzo de 2013

La simple existencia del ser



¿Alguna vez te has preguntado como hubiese sido la vida si tú no hubieses llegado a existir?
¿Qué sería de tu alrededor si tu no estuvieses? ¿Habría cambios? o ¿todo sería igual?
En ese momento es cuando ves la importancia que tienes en los demás, las huellas que has dejado en el camino, las vidas que has cambiado, lo que has unido, lo que has arrebatado.
La vida es como el océano, larga, oscura y profunda. Nadie tiene certeza de cuando  llegas a la orilla, cuando termina el trayecto, la vida es callada, dolorosa, injusta.  Aclarada por el tiempo, el destino, y el amor.
No pienses en lo que pudo ser y no fue, no pienses algo que no existe, que ya no tiene arreglo. Esa taza  rota, solo son marcas de inseguridad.
Dicen que dejamos este mundo como vinimos, desnudos y solos, con los ojos cerrados, ciegos, para tener tranquilidad.
No preguntes al mañana por el ayer, no revivas el ayer para esconderte del mañana. No dejes pasar el ahora por la angustia del no saber.

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